viernes, 29 de julio de 2011

DUBLIN (2011)

Continuación del día 9.


DIA 9. Llegada y toma de contacto


En una hora estábamos aterrizando en Dublín, cogimos el bus 748 que era el que nos dejaba al lado de nuestro hotel y en 45 minutos estábamos en la puerta, no tiene pérdida. No está en el centro pero está a un par de paradas de LUAS (tranvía) y la diferencia de precio era increíble. Dejamos las cosas, cogimos el tranvía y nos fuimos a dar una vueltilla por el centro mientras buscábamos un sitio para cenar. La primera impresión fue un poco... no sé cómo definirla, rara, mogollón de personajillos por todos los lados, vagabundos, borrachos, pillados gritando solos... vamos, lo mejor de cada casa, ¿saldrían de debajo de las piedras cuando se escondía el sol?, bueno, al día siguiente lo comprobaríamos, cenamos y nos volvimos al hotel, que estábamos cansados. En esta foto el Spire, que es una aguja gigante de 120m de altura, monumento/obra de arte a la luz, se supone que la hicieron para recibir el nuevo milenio, pero la acabaron tarde y la inauguraron en el 2003.



Y este es el edificio de Correos, muy importante históricamente hablando.


DIA 10. Descubriendo la ciudad

Como el tour de Edimburgo nos había gustado, decidimos repetir, así que allí estábamos antes de las 11 con el numerito en la mano. Nos tocó con Leticia, una pasada de guía, super maja y con una paciencia... la verdad es que se lo curró mogollón. Empezamos el tour en el antiguo ayuntamiento, entramos dentro y nos empezó a contar un poco de historia irlandesa, de ahí fuimos al Castillo de Dublín, que de castillo tiene más bien poco... yo diría que sólo la torre esta que se ve en la foto y que se usó como cárcel.


Luego fuimos a un jardín que hay en la parte de atrás del castillo (las fotos las pongo más adelante, que volvimos por la tarde) y de ahí a Temple Bar, donde hicimos un descanso.




Este hotel es de Bono, el de U2, en la pared que hay enfrente se ponían a tocar cuando no eran famosos, antes era un pub en el que tocaban grupos y un día le preguntaron al dueño a ver si podían tocar dentro y les dijo que no, Bono le dijo que cuando fuera famoso se lo iba a comprar y de hecho se compró el edificio entero e hizo el hotel. Uno de sus videoclips está grabado en la azotea.



Estuvimos en lo que se supone que fue un asentamiento vikingo y nos contó historias de las invasiones vikingas, celtas, británicas... vamos, que todo el mundo quería conquistar Irlanda. Entramos en el nuevo Ayuntamiento a ver un cacho de pared que es lo único que queda de un asentamiento que descubrieron en las excavaciones, como tenían prisa en acabar su nuevo edificio, se cargaron todo lo que encontraron y dejaron sólo ese trozo de pared... flipante!






Trinity College, la universidad


Y acabamos el tour en St. Stephen's Green, un parque super chulo y que estaba hasta arriba de gente, por lo visto el día que nos había salido no era muy normal y parece ser que son como los caracoles, que salen por todos los lados cuando ven el sol, jajaja. Viendo en el plano lo que habíamos visto y lo poco que nos quedaba por ver, pensamos que íbamos a terminar de ver la ciudad por la tarde y el día siguiente lo íbamos a usar para ver algo diferente, así que le preguntamos a Leticia opciones para hacer en transporte público, nos estuvo explicando y nos dio unos folletos de excursiones, había algunos sitios como los acantilados de Moher que tenían muy buena pinta, pero no estábamos por la labor de meternos una palicilla de bus que iba a ser nuestro último día y nos apetecía estar relajados, esos sitios se quedan para una posible ruta irlandesa.


Vaya pintas que lleva la del teléfono, no me pude resistir, jajaja.


La hora de la comida un Miércoles soleado en Dublín:




Salimos del parque para buscar un sitio para comer, entramos en un centro comercial que encontramos y recorrimos Grafton Street, una calle peatonal llena de tiendas y qué de gente por todos los lados! No me acuerdo ni dónde comimos...


La estuatua de Molly Malone, una pescatera que tiene su canción popular y todo!


Esta iglesia era una oficina de turismo, en la 2ª foto se ve el interior.



Y andando, andando, llegamos otra vez a O'Connell Street, una calle con mucha vida, llena de tiendas y restaurantes.



Como curiosidad, este puente es más ancho que largo, estéticamente queda raro, raro...



Seguimos deambulando y callejeando, viendo lo que nos íbamos encontrando de camino a la Catedral de San Patricio y cuando llegamos, vimos un jardín que nos llamaba para que nos sentáramos, así que no le íbamos a hacer el feo y nos sentamos a descansar, jejeje.





Seguimos de rutilla y si durante todo el día habíamos confirmado que los personajillos no sólo salían por la noche, en este momento flipamos más todavía! Había un hombre a 4 patas en medio de la carretera intentando cruzar a gatas, los coches pararon, lo intentaron levantar y al final consiguieron llevarlo hasta la acera con los pies arrastrando. Creo que no me equivoco si digo que es la ciudad en la que más gente rara he visto, mucho pillado suelto por todos los lados aunque van a su bola, no parece que se metan con nadie.



Casi todas las casas tienen las puertas de colores diferentes, dicen que como los irlandeses son unos borrachuzos y hay muchas casas iguales, pintaban las puertas de colores para saber cuál era la suya y no confundirse.



Volvimos al castillo, entramos en el jardín de atrás, que también se usa como helipuerto de vez en cuando y cuando fuimos a salir nos habían cerrado la puerta... por lo visto tiene hora de cierre, dimos una vueltilla, encontramos una vía de escape y salimos. El diseño del jardín son 2 anguilas que forman un laberinto.



Habíamos pensado en comernos unos helados porque todo el mundo pasaba con cucuruchos de nata y nos daban envidia, pero empezó a hacer fresquito y nos encontramos un Starbucks en nuestro camino, nosotros no queríamos pero se nos puso delante y entramos a merendar, obligados ¿eh?, que no somos casi golosos, jajaja.


Con las fuerzas renovadas volvimos a Temple Bar a ver el ambiente y qué ambientazo!! Ahora ya había gente por la calle, los pubs estaban llenos, se oía la música en directo por toda la calle, estuvimos viendo a un dúo en una librería!! No me quiero ni imaginar cómo se pone esto el fin de semana, tiene que ser una locura.








Cruzamos por el puente del medio penique, que para mi gusto es el puente más bonito de la ciudad y seguimos con nuestro paseo.





Por el camino me eché unas coleguillas, ya véis, ahí estuve de cháchara.


La ciudad me pareció bastante fea quitando 4 cosas, la recomendaría sólo para ir a Temple Bar a tomar unas pintas, pero como a nosotros no nos va ese rollo... pues eso, que no creo que volvamos, a no ser que vayamos a hacer una ruta por Irlanda.

DIA 11. Alrededores de Dublín

Como el día anterior dimos por vista la ciudad, cogimos el tranvía para llegar a la estación del DART (el tren de cercanías) y nos acercamos a Howth, un pueblillo pesquero que está a unos 20 minutos en tren de Dublín. Hoy el día iba a ser de relax, así que dimos un paseillo por el puerto, sacamos unas fotos y nos sentamos en la terraza de un restaurante a comer, se estaba de lujo! No sabíamos qué pedir así que le preguntamos a la camarera que qué nos recomendaba y nos dijo que "cod", que era un pescado típico de allí y que estaba muy bueno, pedimos eso y otra cosa que no me acuerdo y tenía razón, estaba buenísimo, cuando llegamos aquí miramos a ver qué era y total que era bacalao!, pero no sé cómo estaba hecho que me supo a otra cosa, jajaja.






Dimos otro paseo para bajar la comida, vimos focas en libertad, que por cierto están goooordas como ellas solas, por lo visto la gente les echa comida porque cada vez que se acercaba alguien al agua, aparecían y le seguían para ver si caía algo. Mirad el color del agua...


Y volvimos a coger el tren para ir a Dun Laoghaire, otro pueblo pesquero al sur de Dublín. La gente con los cucuruchos de nata nos perseguía, así que fuimos siguiendo el rastro hasta que encontramos dónde comprar, hummmmm, qué buenooosss!!!



Nos sentamos a mirar el mar a gusto, a gusto y no es que hiciera demasiado calor, pero bueno, nosotros comemos helados hasta en invierno, seguía pasando gente cucurucho en mano, vimos otro sitio de esos y fuimos a por otro, jajaja.



Después del paseo volvimos al tren y nos bajamos un par de paradas antes de llegar al centro para ver el puerto, no os he dicho, pero paso por irlandesa, mogollón  de gente me paraba para preguntarme por dónde se iba a los sitios y a alguno incluso le indiqué! Cuando íbamos hacia el puerto nos encontramos con Google de frente, aquí trabaja la prima de Carlos y llamamos a Marian para decirle dónde estábamos, llamó a Elena para ver si estaba en el curro y nos podía enseñar Google por dentro, pero ya se había ido a casa y nos dijo que fuéramos a desayunar por la mañana, pero nos íbamos pronto y nos caía a desmano, así que nada.


Y ¿qué queréis que os diga?, que esta zona me gustó casi más que lo que habíamos visto el día anterior, fue un paseo super chulo!







Y llegamos otra vez al Spire, vaya pedazo de pintxo que se veía desde mogollón de sitios!


DIA 12. De vuelta...

Poco queda que decir, nos levantamos, cogimos el bus del aeropuerto, facturamos (esta vez no me emparanoié con el equipaje), cogimos unos hot chocolates en el Starbucks y así con nuestros vasos para llevar nos fuimos a la puerta de embarque, salimos con retraso, en Biarritz nos estaban esperando mis padres y llegamos a casa sanos y salvos!


1 comentario:

  1. La verdad es q despues de haber visto Escocia,esto parece una caquilla ajajaja

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