domingo, 1 de agosto de 2010

BELGICA Y HOLANDA (2007)

CUANDO TODO ES PERFECTO
Del 26 de Noviembre al 4 de Diciembre de 2007


Sin duda, este ha sido uno de los mejores viajes de mi vida. El momento, la situación y sobre todo la compañía, hicieron que todo fuera perfecto!


Introducción y preparativos


Queríamos coger unos días entre Agosto y Semana Santa, que son nuestras vacaciones habituales, porque si no el año se hace muy largo. Así que pensamos que la mejor fecha eran los días antes del puente de Diciembre, para venir con las pilas cargadas para Navidades.


Ahora lo más importante... ¿dónde ir?. Después de descartar unas cuantas opciones, Miguel dijo que por qué no íbamos a Amsterdam. Normalmente siempre elijo yo porque a él le da igual, así que para una vez que decidía, me pareció estupendo!!


Los vuelos a Amsterdam eran carísimos, pero a Bruselas no estaban tan mal... ¿habría algo que ver en Bélgica a parte de Brujas?, nunca me lo había planteado...


Cogí una guía y con via michelín, fui añadiendo destinos.


Hora de buscar alojamiento... Fui mirando hoteles en las diferentes ciudades que íbamos a recorrer, pero no me hacía mucho el tema de andar con las maletas a cuestas todos los días, así que al final alquilamos una casita en Ulicoten, que era más o menos el centro de lo que queríamos ver y además nos salió tiradísima de precio (200€ la semana)... como para no!, si estábamos en el culo del mundo!! (esto lo descubrimos una vez allí).


Cogimos una noche de hotel en Bruselas, otra en Amsterdam, el coche de alquiler y ya estábamos listos para que llegara el día!!


DIA 1. Esto sí que son gofres de verdad!!


Volábamos con Brussels Airlines y sobre las 16h estábamos aterrizando en Bruselas, cogimos el coche de alquiler en Sixt y GPS en mano (nunca mejor dicho, que se nos olvidó en casa el soporte) fuimos directos al Aparthotel Brussels Midi que habíamos cogido para esa noche.


La habitación era enorme!!! Nada más entrar tenía una sala con sofá, tele y DVD, una cocina pequeñita, un baño super grande con una bañera enooorme y una habitación con una super cama!! Además tenía WIFI gratis y estaba a 5 minutillos andando de la Gare du Midi .


El chico de recepción era super majo y hablaba español, así que mejor!, nos dio un plano, nos explicó un poquillo, nos dijo que podíamos dejar el coche aparcado sin problema y nos fuimos hacia el centro.


Cuando llegamos a la Grand Place alucinamos!!! Qué plaza más bonita!! Creo que no me equivoco si digo que es la Plaza Mayor más bonita que he visto hasta el momento. Qué pasada!!

Fuimos a ver el Manneken Pis, que vaya mini muñeco, por cierto, vimos un montón de bombonerías con fuentes de chocolate, aquí ya empezaba yo a babear, pasamos por la Rue des Bouchers que es una calle llena de restaurantes y volvimos a la plaza... oooohhhh!!!



Volvimos a salir de la plaza, fuimos a las Galerías Hubert, pasamos por la Plaza de España y llegamos hasta la Catedral de St Michel.

En una de las calles que salía de la Grand Place hacia la Bolsa, creo que era Beurre, nos comimos un pedazo de gofre que hummmmm..... El mejor que hemos comido nunca!!! Qué buenooooo!!!
Lo pedías con lo que quisieras, en nuestro caso chocolate y nata y te lo ponían para llevar, nos lo comimos en la Grand Place sentados, viendo pasar gente...


Mi perdición es el chocolate y Bélgica es el paraíso!!!


En cuanto oscureció, lo primero que hicimos fue comprarnos unos gorritos de lana, porque hacía un frío que te traspasaba. Fue la mejor compra de las vacaciones (a parte de los bombones, claro).


Y para cenar descubrimos un sitio buenísimo! Nada más salir de las Galerías St. Hubert, por la plaza Agora, vimos un sitio de bocatas, que creo que se llamaba Panos, que ibas eligiendo los ingredientes que querías. Tenían un precio base y luego iba subiendo según ibas añadiendo, los nuestros salieron por 3,50€ cada uno y estaban buenísimos!!!


DIA 2. Sightseeing y Mini Europa!!!


Nos levantamos tempranito, cogimos el coche y lo aparcamos en el parking Grand Place, que está debajo de la plaza de España, para tenerlo a mano para luego irnos al apartamento que habíamos alquilado.


El parking tenía unas luces rojas y verdes en el techo que nos llamaron la atención. Y allí estábamos los dos: ¿a ver? Saca el coche, vuélvelo a meter… y la luz cambiaba de color, y es que tenía unos sensores que te indicaban si el sitio estaba ocupado o libre sin necesidad de acercarte vaya entretenimiento el nuestro!
Es lo que tiene vivir en una ciudad pequeña y apenas salir del barrio, que de vez en cuando somos un poco como Paco Martínez Soria en la ciudad.


Volvimos a la Grand Place para verla de día, como estaban colocando la iluminación navideña decidimos que el último día volveríamos para verla ya puesta y pasaríamos la tarde en Bruselas antes de coger el avión.


En frente de la Estación Central cogimos el autobús turístico, ese que te subes y te bajas donde quieres. (16€, válido para 24h) y fuimos viendo la ciudad: Catedral de Saint-Michel, la Colonne du Congrès, el barrio de Heisel con el Atomium, el Pabellón Chino y la Torre Japonesa.


Nos bajamos en el Atomium, sacamos las fotitos de rigor y entramos en Mini Europa (12,20€). Que es un parque con monumentos de ciudades europeas en miniatura. Nos gustan mucho este tipo de cosas.

Muy chulo!!! Nos divertimos un montón en estos sitios y a falta de parque de atracciones, que los que miré estaban cerrados. buenas son tortas!


Tuvimos suerte y no nos llovió en toda la mañana, eso sí, hacía un frío de ese que se te mete en los huesos… ese aire que te corta… pero era la sensación térmica, porque de grados creo que no bajamos de 6. Y cuando anochecía (sobre las 5 de la tarde), ya ni hablamos. Creo que no hemos pasado tanto frío nunca!!!


Volvimos a coger el bus y terminamos el recorrido: el Palacio de Laken, el barrio del Sablon, el Palacio de Justicia, la Place Louise, la Place Royale, el Palacio Real, el antiguo Palacio de las Naciones, el Parque del Cincuentenario, los edificios de la Comisión, el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo y nos dio la hora de comer.


Flipé con Bruselas, pensaba que no me iba a gustar y me encantó!!


En estas vacaciones, una cosa que nos llamó muchísimo la atención fue que es imposible ir al baño sin pagar, aunque estés comiendo en el mismo Mc Donald´s.
En la estación de tren de Amsterdam incluso hay puertas como las del metro, metes la moneda de 50 céntimos y se abren ¡una pasada!.


Después de comer, estuvimos dando una vueltita y hasta nos dieron galletitas para meter en las fuentes de chocolate para probar, jejeje y cuando decidimos irnos, cogimos unos bocatas en el mismo sitio del día anterior, para cenarlos en casita.


Las autopistas en Bélgica y en Holanda son estupendas, son gratis (menos el Liefkenshoek tunnel: 5€ un cachito de nada, que no merece la pena coger) y están totalmente iluminadas.
Sólo tienen una pega: están SIEMPRE llenas de coches, el tráfico es super denso a cualquier hora y sobre todo en el Ring (carretera de circunvalación) de las ciudades. Así que los cálculos que habíamos hecho de km-tiempo no nos sirvieron para nada, siempre tardábamos más.


Llamamos a los dueños de la casa para decirles que llegábamos más tarde y a las 10 de la noche, allí estaban esperándonos super risueños.
El dueño sólo hablaba neerlandés y tenía ganas de conversación, menos mal que su mujer nos traducía (inglés), pero es que nuestro inglés nos da para entendernos más o menos, pero tampoco es para tirar cohetes…
Nos enseñaron nuestro apartamento, que está en una granja en medio de la nada y después de hablar un ratillo, por fin nos dejaron solos.


DIA 3. Madurodam-La Haya


Fuimos directamente a Madurodam (13€), este es de los edificios emblemáticos holandeses en miniatura. Aunque también estaba bien, nos gustó más el Mini Europa, supongo que también influye que conociéramos los edificios…
Anduvimos bastante ligeritos, que el cielo nos estaba amenazando y no teníamos ganas de mojarnos.

Luego estuvimos dando una vuelta por el Binnenhof, que es el centro de la ciudad vieja de La Haya, donde están concentrados un montón de edificios gubernamentales, la Cámara de los Caballeros… super, super bonito!!

y por la tarde fuimos a Rotterdam, pero aquí ya sólo vimos las casas cúbicas, que son muy curiosas y allí estuvimos bastante rato y el puerto, porque hacía un frío super exagerado y no había quien aguantara en la calle. Y eso estando bien abrigados, que si no…

Así que nos fuimos en busca de un super para comprar algo para picotear para cenar.


En general, tuvimos bastante suerte (dentro de lo que cabe) con el agua. Llovía todos los días, pero casi siempre cuando íbamos en el coche o cuando llegábamos a casa, aunque algún día sí que nos mojamos, como al día siguiente…


DIA 4. Amberes. Vaya bombones!!


Nos levantamos con el cielo gris y lloviendo y cuando llegamos a Amberes así seguía... qué día más gris!


Aparcamos al lado de un castillo super bonito, el de Steen y nos fuimos a la oficina de turismo que está en la Grote Markt, allí estuvimos un ratillo haciendo tiempo y tuvimos suerte y dejó de llover.

Dimos una vuelta por la plaza que es super chula, vimos la catedral y callejeamos hasta que nos entró hambre.

Vimos una calle con un montón de carteles luminosos y allá que nos metimos pensando que eran restaurantes y… Sorpresa! No sabíamos que Amberes tenía Barrio Rojo y allí estábamos nosotros a las 3 de la tarde pasando por la mitad. Después del susto inicial ;) , continuamos por la calle hasta acabarla y seguimos a la búsqueda de restaurante.


Llevábamos unos días de comida rápida y el cuerpo pedía algo diferente, así que nos metimos en un italiano muy coqueto justo al lado de la catedral. Decir que la pasta estaba de muerte y bien de precio, pero nos cobraron 6 eurazos por una botella de agua.


Seguimos recorriendo la ciudad y ya no pude contenerme… tenía que probar los bombones… mmmmmhhhhhhh! Qué buenos!!! Con deciros que a la noche me dolía la tripa de todos los que me comí...


Hubo días que nos íbamos a casa prontito porque con todo el frío que hacía era lo que más nos apetecía en algunos momentos, sofá, manta, peli y hoy fue uno de ellos.


DIA 5. Brujas y hielo!!!


Ese día teníamos miedo, le habíamos puesto el listón muy alto a Brujas y no sabíamos qué nos íbamos a encontrar, es lo de siempre, el rollo de las expectativas... que depende de lo que te esperes de un sitio te gusta más o menos.


Y en cuanto llegamos… ooohhhh!!! superó todas nuestras expectativas!



Es que si no le digo a Miguel que abra los ojos, siempre sale con ellos cerrados...


Es una ciudad preciosa, como de cuento y con un encanto que te envuelve en cuanto la pisas. Cada calle, cada casa, tiene un rincón por descubrir.


Hay que perderse por sus calles y disfrutarla paseando, aunque también cogimos un minibus turístico en el Grotte Markt, para hacernos una idea de todo, somos un poco japoneses en ese sentido, si viajamos solos, solemos coger el bus turístico, paseo en barco o lo que haya, para hacernos una impresión general y luego ya empezamos a patear.

La Plaza estaba preciosa con la iluminación navideña, los puestitos de comida y vino caliente… En el medio había una pista de hielo y gente patinando… Era como estar dentro de un cuento, de verdad!!


A la hora de comer, elegimos un restaurante de la Plaza para comer los famosos mejillones con patatas fritas. El sitio estaba muy bien y nos sentaron en una mesa con vistas a la plaza. A parte de los mejillones, pedimos pollo y nos dieron a elegir: a la pimienta, al natural o con salsa de champis.


Cogimos con salsa de champis y cuando fuimos a pagar vimos que nos habían cobrado 5€ por la salsa y 6€ por medio litro de agua… flipante! Pero bueno, el precio total de la comida (44,50€) tampoco fue para tanto.




Pena de cámara de fotos, vaya fotos nocturnas que hago...
Al lado de la Estación Central habían puesto una carpa con una exposición de esculturas de hielo, así que allá fuimos. ¡Qué pasada! ¿Cómo se pueden hacer esas cosas con el hielo? ¡Nos encantó! Incluso había un par de toboganes de hielo por los que te podías tirar, ni dudáis que nos tiráramos ¿no? ¡Una gozada! Si ya os digo yo que todas estas cosas nos encantan, si parecemos niños!!



Había hasta un bar de hielo!



En el parking de la Estación Central se puede dejar el coche por 2,50€ todo el día y luego puedes coger el bus gratis hasta el centro o ir dando un paseíto que no está lejos, pero esto lo descubrimos al final del día…


DIA 6. Gante, qué sorpresa!!


Lo bueno de ir sin demasiada información del sitio a visitar, es que todo te sorprende y eso nos pasó con Gante, que nos sorprendió muchísimo, porque no teníamos ni idea de cómo era, una preciosidad!! Nos gustó casi tanto como Brujas, con eso lo digo todo…



Este día fue el único en el que vimos el sol, por fin un poquito de luz!!


En la oficina de turismo nos dieron un plano y un folleto en castellano en el que venía una ruta a pie, con explicaciones de lo que ibas viendo, y fuimos descubriendo una maravilla de ciudad, super, super bonita!!!

Durante el recorrido fuimos viendo la cofradía de pescadores, el Castillo de los Condes…, pero cuando llegamos al muelle Graslei… alucinamos!
El folleto tenía razón “había que detenerse a contemplar la vista de postal y retenerla en la memoria (o en la retina, no me acuerdo exactamente)”

Las vistas desde el Mc Donald’s no tienen desperdicio, así que allí comimos para seguir con nuestra dieta mediterránea, mientras veíamos el ajetreo, era sábado y la calle estaba llena de gente cargada con bolsas, faltaban 4 días para San Nicolás.


A última hora antes de irnos, volvimos a Graslei a despedirnos de la ciudad.


DIA 7. Amsterdam… humm…


Amaneció lloviendo a mares, todo el camino desde Ulicoten hasta Amsterdam estuvo lloviendo y ya allí, llovía más si cabe. Vaya día nos esperaba!!


Antes de entrar en la ciudad fuimos a ver el estadio del Ajax, había partido y ya tenían las carreteras de acceso cortadas. Les explicamos como pudimos a los policías que estaban desviando el tráfico, que sólo queríamos ver el estadio por fuera y sacar unas fotos y así, uno tras otro, nos fueron abriendo las vallas para que pasáramos con el coche. Fueron super amables!


En cuanto salimos del coche…uff! Viento helado, agua… Vaya día!. Estuvimos un ratito en el estadio y congelados, nos fuimos al centro.


Qué odisea conducir en Amsterdam! Coches, bicis, peatones y tranvía todo mezclado.
A veces, para meterte por alguna calle, tenías que cruzar los carriles del tranvía, los del sentido contrario y el carril bici… qué caos! Nos faltaban ojos! Así que metimos el coche en un parking del centro (en Damrak) y ahí se quedó el resto del día.


Fuimos hasta la Estación Central, qué bonita!, a por un plano y a la vuelta, que ya estábamos caladitos, nos montamos en un barco cubierto para ver si nos secábamos un poco y dar una vuelta por los canales, a ver si había suerte y dejaba de llover.


El paseo estuvo bien, pero al estar lloviendo, los cristales se empañaban y se veía bastante mal, además no había explicación en castellano.


Aquí otra vez estaba el tema de las expectativas… esperábamos mucho de Amsterdam y no fue para tanto, la lluvia y el frío tampoco es que ayudara demasiado…


Fuimos a ver el horario del museo de cera Madamme Tussauds, que en vista de que no tenía pinta de parar, era donde mejor íbamos a estar… teníamos algo de hambre, pero si nos sentábamos a comer nos iban a cerrar. En Damrak vimos un sitio en el que vendían patatas fritas, kilos y kilos de patatas calentitas con 50 mil salsas diferentes para elegir, así que cogimos las patatas para matar un poco el hambre y después de salir del museo ya comeríamos.


Pero esa fue nuestra comida, porque cuando terminamos estábamos petadísimos y eso que habíamos cogido un cucurucho pequeño cada uno ¿cómo sería el grande?


Compramos las entradas para el museo en una casa de cambio, que eran más baratas que en el propio museo ¿ ? Y allí que fuimos a sacarnos fotitos con todos los famosos. Nos gustó mogollón!!


Después de salir del museo, cogimos el coche y fuimos al hotel Vondel (al lado del Vondelpark), que habíamos cogido para esa noche. Aparcamos justo frente a la puerta (zona azul, pero como era Domingo no tuvimos que pagar), dejamos las cosas en la habitación y volvimos a salir.


Ibamos a coger el tranvía pero como nos dijeron que estábamos a un paso del centro, fuimos andando y en 10 ó 15 minutos estábamos otra vez en la Plaza Dam.


Empezamos a callejear sin rumbo fijo, viendo canales, casas que parecía que se iban a caer de lo torcidas que estaban… y bicis y más bicis tuneadas de mil maneras: con flores, con carrito para llevar niños (hasta 4 vimos en uno de esos carros) con burbuja y todo, con silla delante, sillita detrás… Todo lo que te hayan contado o te puedas imaginar sobre las bicis en Amsterdam se queda corto. Es flipante! Hay que verlo!

Incluso vimos 2 camioncillos que se llevaban un montón de bicis aparcadas en una zona prohibida frente a la estación (era como la grúa de las bicis).


Pasamos por el Barrio Rojo, era de noche y tenía sus luces rojas encendidas. Había un montón de gente por la calle y los escaparates estaban ocupados. Nos gustó más el Barrio Rojo de Amberes, tenía mucho más nivel, dónde va a parar!



DIA 8. Hoy sí es otro Amsterdam!


Nada más dejar el hotel, dimos una vuelta rápida por el Vondelpark, nos acercamos hasta el Barrio de los Museos y los vimos por fuera (el arte no es lo nuestro) y volvimos al centro.


El día estaba mucho más claro que el anterior y esa impresión de ciudad gris que nos había dado, se esfumó. Parecía otra ciudad mucho más bonita y nos encantó! Esto era otra cosa!


El Barrio Rojo me gustó más de día, esas casas, ese precioso canal…


El día anterior habíamos deambulado por el lado derecho (mirando de la Plaza Dam hacia la Estación Central), así que hoy tocaba el izquierdo.


A parte de lo de las bicis, nos llamaron mucho la atención las casas flotantes, auténticas casas flotando en los canales, en las que podías ver todo por dentro ya que casi ninguna tenía cortinas.


De camino a nuestro apartamento en Ulicoten, paramos en Utrecht, pero otra vez el frío y la noche hicieron que nos marcháramos enseguida. Sólo vimos la plaza de la Catedral.


DIA 9. Otro gofre antes de volver!!


Era nuestro último día, se acababan las vacaciones… oohhhh!!


Por la mañana nos acercamos a Breda, dimos una vuelta por el centro y vimos la Catedral.


Luego fuimos a Baarle, un pueblecito fronterizo, nunca mejor dicho, super curioso.
El pueblo en cuestión, pertenece a Bélgica (Baarle Hertog) y a Holanda (Baarle Nassau). Está dividido por crucecitas que delimitan la frontera, vas andando y vas cambiando de país continuamente, incluso hay casas que pertenecen a los dos países.
 

A la hora de comer estábamos de vuelta en Bruselas, hasta las 21h no cogíamos el avión, así que teníamos toda la tarde por delante.


Estuvimos buscando algo para llevarle a nuestro sobri, compramos un montón de bombones en Leonidas (a 17,40€/kg), nos comimos otro Gofre como el del primer día…ummmhhh! Habíamos estado toda la semana pensando en él y nos lo comimos en la Grand Place, iluminada con las luces navideñas… estaba preciosa!



Esta fue la despedida de estas maravillosas vacaciones.


El coche, por supuesto, lo habíamos dejado en el parking de las lucecitas con sensor, que estaba al lado del sitio de los bocatas, así que cogimos 4 bocatas para cenar con Marian y Carlos, que nos iban a buscar a Bilbao y nos metimos entre el denso tráfico rumbo al aeropuerto…