miércoles, 21 de septiembre de 2011

BRETAÑA V

Día 5. Día de castillos


Al llegar a Fougères vimos un plano que tenía un recorrido a pie señalizado, le sacamos una foto y nos pusimos a ello.




El recorrido nos iba llevando por todos los rincones del pueblo y fuimos descubriéndolo poco a poco mientras disfrutábamos de la compañía, qué preciosidad!! Me encantó, qué bonito!!








Atravesamos un jardín que tenía unas vistas estupendas del castillo...







Seguimos andando y llegamos al castillo...





Paseamos por el centro...




Luego fuimos por la parte de abajo...





Hasta que volvimos a llegar a la plaza del castillo.






Cuando terminamos el recorrido fuimos a buscar el Buffalo Grill que habíamos visto antes de llegar y comimos allí, no me gustó tanto como la vez que comimos en París, pero no estuvo mal. Justo cuando entramos a comer cayó una tromba de agua impresionante, pero cuando salimos ya había despejado.




Estos días habíamos hecho varias compras en los Super U (o U2), cada uno los llama como quiere, jejeje y también los usamos para echar gasolina, que era donde más barata estaba. Lo bueno de Francia es que como son tan golosos tienen toda la bollería, chocolates y yogures super ricos que quieras y más, de hecho nosotros de vez en cuando vamos a San Juan de Luz a comprar yogures, tienen una variedad increible! 
Aparcamos gratis casi todos los días y las autovías no son de pago una vez entras en Bretaña, así que un gasto menos.


Después de comer fuimos a Vitré, aparcamos en una plaza y nos rayamos un poco porque no encontrábamos el parquímetro y ponía que era una zona de pago. Miramos los demás coches y tenían puestos unos relojes en los cristales indicando la hora, supusimos que era a la que habían aparcado y sería una zona con límite de tiempo, pero ¿cuánto tiempo?, así que en un papel copiamos lo que ponía y lo dejamos en el coche, pero como no nos íbamos tranquilos entré en una tienda a preguntar y me dijo que lo dejáramos sin problema, que en Agosto no pasaba nadie a controlar.







Estábamos casi al lado del castillo, así que allá fuimos.










Esto era el Ayuntamiento, dentro del castillo.




Luego fuimos bajando por una calle super chula








Y al llegar abajo flipamos, la mejor foto del castillo se saca desde la parte de abajo de esta calle, super bonito!!






Dimos otra vueltilla hasta llegar al coche 







Y nos fuimos a Rennes. Entramos en un super a comprar las 4 cosas que nos hacían falta y cuando estábamos dentro empezó a llover como si se fuera a acabar el mundo, estuvimos esperando a ver si dejaba un poco y como no tenía ninguna intención, Miguel y Oscar se fueron a por el coche y nosotras cruzamos cual kamikazes cuando vimos que estaban enfrente, aquí pudimos volver a comprobar que los franceses paran en medio de la carretera cuando ven algún peatón aunque no haya paso de cebra, qué majos ellos!


Mientras buscábamos sitio por el centro para aparcar, dejó más o menos de llover y bueno, nos mojamos pero tampoco fue demasiado exagerado, además no hay nada que unas galletas de chocolate caídas del cielo no puedan solucionar ;)




Nada más salir del coche vimos unas casas de entramado de madera, pensábamos que en Rennes había 4 y que las habíamos encontrado a la primera, jajaja.




Fuimos paseando bajo la lluvia y aparecían casas de estas por todos los lados, qué ilusos nosotros!









Y vimos frikis varios como este de la foto, que daba hasta miedo! Vimos a otro que arrancó una flor de un tiesto y se la dio a una chica a cambio de 2 besos, puag!!, no le doy yo un beso al bicho...




Seguimos con el paseo y la verdad es que Rennes fue la sorpresa del día porque era uno de los sitios que teníamos de relleno y nos gustó mucho, pese a no ver gran cosa... además tenía mucha vida.