lunes, 26 de julio de 2010

LAS VEGAS (2010)

DIA 15. WELCOME TO THE FABULOUS LAS VEGAS!!

La idea era volver al aeropuerto en el tranvía y en el BART, pero en vista que nuestro tranvía iba siempre petado, pensamos que la mejor opción era coger un shuttle que nos habían ofrecido en el hotel (y que nos reservaron en recepción).

Salimos con tiempo, porque nuestra última experiencia de este tipo (allá por el 2003 en París), nos había dejado colgados más de 5 horas en Charles de Gaulle. El del shuttle llegó tarde, siguió haciendo paradas para recoger gente, nos dejó en una terminal que no era y perdimos el vuelo. Marian y Carlos, que iban con nosotros, seguro que se acuerdan, jajaja, si hasta nos compramos una baraja de cartas para pasar el rato!

Bueno, sigo que me enrollo…

Total, que llegamos bien al aeropuerto y que el hombre, al que apenas entendíamos porque hablaba chino-english, nos dejó en la terminal correcta.

Este vuelo también era corto y en hora y media llegamos a Las Vegas, que primera impresión!!! Sobrevuelas la Strip, que es la mega calle donde están concentrados todos esos hoteles que has visto tantas veces en la tele y flipas!

Nada más bajarte del avión esto es lo primero que ves.


A la derecha las cintas de recogida de equipaje.


Y ahora sí que estábamos en Las Vegas!, la “culpable” de que hubiésemos cambiado de costa.


El aeropuerto está muy bien organizado, si sales por un lado están los shuttles y los coches de alquiler y si sales por el otro, los taxis. Nosotros salimos por el de los taxis y había gente organizando la cola, que iba super rápida.

Cuando salimos a la calle flipamos!!, todavía no habíamos salido al sol y el aire quemaba!! Claro, si estábamos en pleno desierto!

En nada estábamos en el Planet Hollywood y aquí tuvimos momento taxista, nos quería tangar. La carrera valía 13$, le dimos un billete de 20 y quería que le diéramos más, nos decía que a ver dónde estaban sus tips (propina)!, joder, 7$ de tips le parecían poco??? Allí lo dejamos refunfuñando y supongo que cagándose en nuestras familias y nos metimos en el hotel.

En recepción nos dijeron que la única habitación disponible en ese momento era de fumadores y de 2 camas y que si queríamos otra teníamos que esperar un máximo de 3 horas. Nosotros que ya nos habíamos acostumbrado a las camas enormes queríamos una King size de no fumadores, así que le preguntamos a ver si nos guardaban las maletas y nos fuimos a explorar el hotel, total, teníamos que hacer unas cosillas y comer.

Subimos al casino por unas escaleras mecánicas y empezamos a flipar! Millones de tragaperras, mesas de póker, de black jack, ruletas… esto sí que era otro mundo!!


A la izquierda de la foto, en la zona donde se ve el corazón rosa, había chicas en tanga bailando en una barra como las de las strippers, mientras la gente jugaba al póker. Qué manera de tenerlos entretenidos! Seguro que esos no ganaban nunca, si hasta se les veía babear mientras les metían billetes en el tanga!



Mientras deambulábamos entre las máquinas encontramos un puesto en el que te vendían los tickets para los espectáculos. Le dijimos los días que íbamos a estar y la chica, super amable, nos cuadró los que queríamos ver, dependiendo de la disponibilidad y de los días de descanso de cada uno. Hasta nos aconsejó qué sitios coger y todo.
Ya teníamos las 4 noches cubiertas. Vaya pastón que nos gastamos en un momento! Pero bueno, esto sólo se hace una vez en la vida ¿no? :)

Creo que los casinos están muy bien montados, todo está estratégicamente colocado para que te pierdas dentro y no sepas cómo salir. Son como un laberinto que incita al juego. La iluminación siempre es la misma, no hay relojes… vamos, que así no sabes si es de día o de noche o cuánto tiempo llevas dentro…

Cuando conseguimos salir de él, entramos en Miracle Mile Shops, que es un centro comercial que está dentro del hotel (para que os hagáis una idea, es como si Garbera estuviera dentro del hotel).

Aquí un plano de la 1ª planta del “hotelito”.


Empezaba a haber hambre, así que comimos en el primer sitio que encontramos, que curiosamente era uno de wraps (rollitos rellenos de ensalada) como los de Nueva York, qué buenos!!! Y además estaba abierto 24 horas, así que seguro que nos iba a ir bien para alguna cena.

Dimos una vueltilla por el centro comercial.


Aquí "llovía" de vez en cuando.


Casi, casi como las fuentes del Bellagio, jajaja, aquí también hay espectáculo en la fuentecilla.


El Planet antes era el hotel Aladdin, por eso tiene estos edificios.


Cogimos unos folletos de las excursiones al Gran Cañón y nos fuimos en busca de la recepción, a ver si la encontrábamos, que ya habían pasado más de 2 horas.

Los hoteles de Las Vegas son temáticos, el nuestro es de cine y nos tocó la habitación de Mohammed Ali. Qué pedazo de habitación y de baño!!! Había merecido la pena la espera!!. Nos daba hacia las piscinas del hotel y podíamos ver las fuentes del Bellagio!
5ª prueba más que superada!! Miguel no se podía quejar, le gustaron todos.

Nos pusimos algo más fresquito, cogimos aire y nos atrevimos a salir a la calle, que ya iba siendo hora.

Con las manos encima de las de Bruce Willis


¿Derecha o izquierda?... derecha, que el espectáculo de esta noche era en el Wynn y así nos íbamos acercando.

El siguiente hotel al nuestro era el París, oooohhhhh!!! Qué guay!!!
Sí, cuando pienso en París también me paso de vueltas.



Sobran las palabras...






Hay gente que dice que los hoteles son de cartón-piedra, pero a mí me encantó!
Luego pongo una lista de los que más nos gustaron.

Salimos y miramos hacia el otro lado de la calle… el Bellagio tendría que esperar.


Entramos en el Flamingo, en el Bally’s, en el Harrah's… estos nos parecieron más cutrecillos que los que habíamos visto hasta ahora, más viejos.





Y llegamos al Venetian, otra vez oooohhhh!!! Es super chulo!







Cruzamos la calle para ir al Treasure Island, que se estaba juntando mucha gente, así que supusimos que iba a empezar el espectáculo de los piratas.

Estuvimos allí un rato esperando y dijeron que se suspendía por problemas técnicos, así que ya que estábamos allí, entramos a ver el hotel.



Tenía un tren que conectaba este hotel con el Mirage, lo cogimos y allí nos comimos unos helados super buenos!!! Ya habíamos comido helados de estos en el Citiwalk de Universal.
Coges un vaso, te echas los helados de los sabores que quieras y la cantidad que quieras, le añades, fruta, gominolas, galletas... te lo pesan y te cobran.

"Heladito" a peso


Cuando salimos del Mirage, justo iba a empezar el espectáculo del volcán, así que allí nos quedamos un rato.



Seguimos hacia al Treasure Island, porque nos caía en la dirección del Wynn y ahora sí vimos el espectáculo de los piratas. Una mierdecilla para mi gusto, por cierto.


Seguimos con el paseo...

Casino típico


La Strip


Venetian


Y ahora ya sí que llegamos al Wynn. Hoy tocaba Le Rêve. Cogimos la entrada más barata, que era en primera fila y se supone que es más barata porque te pueden salpicar, pero con el calor que habíamos pasado durante todo el día, como que eso era lo de menos. De todas formas nos cayeron 4 gotas contadas y lo vimos super bien, así que la compra fue buenísima!

No hay palabras para describir el espectáculo!!! IMPRESIONANTE es poco! Estuvimos todo el rato con la boca abierta y cuando salimos todavía no la habíamos cerrado.

La de cosas que pueden salir de una piscina! INCREIBLE!!! Si alguien quiere hacerse una idea, que entre en youtube, pero ningún video le hace justicia.

No me extraña que los espectáculos de Las Vegas sean fijos, a ver quién mueve ese escenario. De hecho, este se construyó expresamente para este espectáculo.

Si vais a Las Vegas, no lo dudéis, merece muchísimo la pena!



Y volvimos al hotel, dando un paseillo (bastante largo por cierto) y completamente alucinados todavía... Qué mala elección! No teníamos que haber visto este el primero! Esto iba a ser imposible de superar... lo teníamos que haber dejado para el último día...

Caesar's de noche.




DIA 16. QUE VIVAN LOS OUTLETS!!

En Las Vegas cambiamos los horarios, nos acostábamos más tarde y nos levantábamos más tarde, claro, que para eso estábamos de vacaciones.

¿Sabéis cuál fue nuestra 1ª compra? Un spray, tipo réflex, con protección solar 85! A ver quién se atrevía a salir a la calle sin nada… Estábamos super morenos, nunca nos habíamos visto tan negros, eso sí, sólo los brazos, la cara y el escote, jajaja.

Llegó el momento de plantearnos lo del Gran Cañón. Hasta entonces no habíamos tenido ninguna duda, pero cuando empezamos a elegir entre las compañías que hacían la excursión, empezamos a dudar.
Elegimos la de avioneta+helicóptero, que nos parecía la más cómoda, pero buff!... había que madrugar y luego todo el día allí… el paso de los días se notaba y andábamos bastante cansados, necesitábamos un poco de relax.
¿Gran Cañón o relax? Sopesamos el tema… ¿nos íbamos a arrepentir si no íbamos?... decidimos que no, que nuestros cuerpos no daban para más y pensamos que si íbamos no lo íbamos a disfrutar como se merecía y que para andar como zombis, mejor quedarnos.
A día de hoy seguimos sin arrepentirnos, así que por lo visto elegimos bien. Además hay que dejar cosas para tener una excusa para volver ¿no?. Así que seguimos viviendo Las Vegas…

Había mirado por internet los Premium Outlets y el del Norte tenía más tiendas que nos gustaban. Cogimos el abono del bus para 3 días, que seguro que lo íbamos a amortizar, por lo menos para las vueltas por la noche al hotel, los outlets, Freemont… y nos fuimos para allá.

Hay 2 tipos de buses que funcionan 24h: The Deuce, que tiene parada en toooodos los hoteles del Strip y que es super lento y el ACE, que es el express, que se va saltando algunas paradas y es el que llega a los outlets.

Como nos gustan tanto las compras, pensábamos dar una vuelta rápida, igual comprar unas zapatillas y unos Levi’s y volver enseguida a seguir viendo hoteles… Y al principio todo indicaba que iba a ser así…
Hacía un calorazo de muerte y este outlet es al aire libre, las tiendas están todas seguidas repartidas en calles, pero para ir de una a otra tienes que salir a la calle, no es como un centro comercial, vaya.

Las primeras tiendas las vimos así como de pasada, no nos apetecía comprar nada, hasta que entramos en la de Columbia… madre mía! Se nos despertó de repente el instinto de comprador compulsivo que no habíamos tenido nunca!
Y porque no tenían zapatillas de trekking, ni botas de monte, que me encantan, que si no…

En ese momento empezó nuestra “perdición”, jajaja. ¿Cuántas veces he dicho que odiamos ir de compras? Pues LO RETIRO!!!

Qué precios y sobre todo, qué de cosas que nos gustaban!!

Fuimos entrando en las de las marcas que nos gustaban y en las que nos gustaba la pinta, las de diseñadores nos las saltamos, que no nos van.

Entramos en una tienda multi marca de calzado que tenía las Nike más baratas que en su propia tienda y encima si comprabas dos, el 2º par era a mitad de precio. Ofertas de estas había en casi todas las tiendas, pues si ya nos parecían baratos los precios, con estas ofertas ni os cuento!

En la tienda de Levi’s, si llegabas a un precio, te descontaban 20$, si llegabas a otro 30 y así sucesivamente, total, que nos compramos 5 pantalones por 115$, unos 20€ por pantalón al cambio.

Comimos allí mismo, que hay una zona con 3 ó 4 restaurantes de cómida rápida, será para que no te entrengas mucho y sigas comprando, jajaja.

Si nosotros estuvimos casi 8 horas de compras, no me quiero ni imaginar lo que puede estar otra gente…

Yo compré bastantes cosas, pero Miguel sí que triunfó! Claro, con ese cuerpazo que le sienta todo bien, no tiene problemas, no como otras, que casi todas las camisetas le marcaban michelín…


Volvimos al hotel cargaditos de bolsas y nos fuimos dando un paseo hacia el MGM, que esta noche habíamos quedado con David Copperfield.

Restaurante Harley


New York, New York!


Nada más entrar en el teatro, se sentó un chico de la organización al lado de Miguel y le preguntó si hablaba inglés, le dijo que no por si acaso y como estábamos intrigados le estuvimos vigilando a ver para qué era, hasta que vimos que se llevó a otro chico.

Durante el espectáculo el chico salió a sujetar un cubo con un pato, jajaja, podía haber sido Miguel! Luego, tiraron unas bolas y dijeron que el que no hablara inglés cuando parara la música no la cogiera... y ¿quién tenía una cuando pararon?, sí, Miguel otra vez, pero la tiró porque pasaba... 2 veces podía haber estado con David en el escenario.

El espectáculo bastante sin más, no es que no nos gustara, pero esperábamos algo más, no sé.

Al salir dimos una vueltilla por el MGM, que tiene hasta 2 leones de verdad dentro, lo que no haya en estos hoteles...





Qué cosas te pueden tocar en la tragaperras!


Y otro paseito hasta nuestro hotel.

Bellagio y Planet




DIA 17. DE LUZ Y DE COLOR

Así es Las Vegas, siempre llena de gente, de bodas, jugadores, gente por la calle dándote tarjetitas eróticas con números de teléfono, llena de coches, de luces, de máquinas, abierta 24 horas... esta sí que es la ciudad que nunca duerme! Y eso que fuimos entre semana...

Nos levantamos tarde y nos bajamos a la piscina, que todavía no la habíamos catado. Uff! qué fría estaba el agua!, o igual era el contraste del calor que hacía fuera, no sé.

Imaginaos el calor que hacía, que el primer día llevaba un cacho de chocolate en el bolso y cuando llegamos a la habitación y lo vi, el chocolate se había tragado los auriculares del avión... era todo uno.

Mientras nosotros teníamos todo el centro de la piscina para nosotros, la gente se limitaba a estar sentada en los bordes, dentro y fuera del agua, con su copa en la mano y luciéndose. Había algunos que estaban como cangrejitos, ¿cómo aguantaban tanto rato allí como lagartos? El calor de verdad que era exageradísimo!
Después del bañito nos tumbamos un rato a la sombra y cuando nos secamos, nos pegamos una duchita, fuimos a comer y otra vez en marcha, que todavía nos quedaban muchos hoteles por recorrer.

Las Harleys que están fuera del Harley Davidson BBQ



La famosa botella de Coca Cola donde se pueden comprar entradas en oferta para los espectáculos del mismo día o del siguiente.


Y fuimos viendo lo que nos caía de paso, entramos en tiendas y lo que nos iba apeteciendo por el camino.

New York, New York. Me encantó este hotel por dentro y por fuera.


Mirad la camiseta que se compró Miguel en una tienda de souvenirs.


A esa montaña rusa íbamos a ir luego, sí, son esos hierro curvados que se ven.


Excalibur



Entramos otra vez en el MGM, que teníamos que validar los tickets del Circo del Sol y así teníamos localizado el teatro para la noche, esto es un decir, porque una vez entras en el casino de cualquier hotel estás perdido, jajaja, el laberinto te engulle, aunque con la práctica, estábamos aprendiendo a orientarnos para no quedarnos atrapados.


Cruzamos por la pasarela hacia el Excalibur.
Para cruzar las carreteras hay pasarelas por encima de ellas y es que intentar cruzar por el medio es una locura! Lo hicimos una vez y uff! 12 carriles por lo menos! Parecía que no llegábamos nunca a la otra acera!

No sé si todos los hoteles están conectados entre sí, pero algunos por lo menos sí. Pasas de un hotel a otro por dentro, sin necesidad de salir a la calle, que la verdad es que se agradece.

Excalibur por dentro.

De alguna forma hay que llamar la atención ¿no?


En el Excalibur cogimos un tren que conecta este hotel con el Luxor y el Mandalay Bay, no viene mal andar un poco menos de vez en cuando.

Luxor.

La pirámide del Luxor por dentro es super chula!




Esta es la parada del trenecillo del Luxor.


Y por fuera, con la esfinge, mucho más chula!


Nos compramos unos chupa chups con forma de dados, como no, que cómo teñían la lengua, en la foto no se aprecia demasiado.

Lengua morada


Y encontramos cosas curiosas por el camino, en esta máquina vendían GPS, móviles, cámaras de fotos... como si fueran chuches.

Aquí se vende cualquier cosa...


Del Luxor fuimos al Mandalay Bay y volvimos a coger el tren para volver al Excalibur, que era el más cercano a nuestro próximo destino.

Techo del Mandalay



Nada más entrar en el New York volví a flipar! Me encantó!
En este hotel hay un Bar Coyote, pero estaba cerrado cuando pasamos.

Pero bueno, íbamos a lo que íbamos, a la montaña rusa!!!

Compramos las entradas, un poco caras por cierto y nos pusimos en la cola de la 1ª fila, porque si sólo íbamos a subir una vez, había que hacerlo en condiciones.

El chinito que teníamos delante, nada más montarse empezó a rezar y a gritarle a uno de los chicos que aquello no enganchaba bien! jajaja, estaba acojonao el pobre! Cuando se bajó tenía todos los pelos de punta y una cara... qué ganas de pasarlo mal!

Y llegó nuestro turno... empezamos a subir una cuesta super empinada y pensábamos "esto luego hay que bajarlo ¿no?", llegamos arriba y... Guau, guau, guaaaaauuu!!! (y no estoy ladrando) Qué subidón de adrenalina! Vaya bajadita!!! Yuhuuuuu!!!

Nosotros también nos bajamos con los pelos de punta!!!

New York por dentro



Nos sentamos en unas escaleras a esperar a que pasara el tren de la montaña rusa, el último cachito entra por dentro del casino.



Entramos en el Monte Carlo (que es el Montecito en la serie Las Vegas) y nos fuimos al Bellagio. Qué pedazo de hotel, se respira lujo nada más entrar!

Descansando en el Bellagio




Y por fin vimos el espectáculo de las fuentes, que todavía no lo habíamos visto. Bufff!! Impresionante! Yo pensaba que sería un laguito con unos chorros, pero qué va! es enorme y los chorros suben un montón!!! Y con la música, es alucinante!




Empezaba a oscurecer y el cielo estaba precioso, así que nos dedicamos a sacar unas fotillos sin alejarnos mucho.

París





Strip


Entramos en el Caesar's Palace, que me pareció otro hotelazo.





Cogimos el ACE, nos bajamos en el New York, donde compramos unos perritos calientes y al MGM otra vez, que hoy íbamos a ver KA.

Cómo nos gusta ir con la hora pegada al culo y corriendo por dentro de los casinos, es lo nuestro. Además la gente parece que va ralentizada, dentro y fuera de los hoteles y estorban más que otra cosa.

KA es uno de los 7 espectáculos fijos que tiene el Circo del Sol en Las Vegas, teníamos claro que teníamos que ver alguno, nos encanta el Circo del Sol, el problema era elegir cuáles.

Al final optamos por este y O, y no sé cómo estarán los demás, pero desde luego estos son buenísimos.

Pensábamos que después de Le Rêve no nos iba a gustar nada, pero KA nos encantó!! Y otra vez: ¿cómo pueden salir tantas cosas de un escenario?. Increible!!! Qué buenos son estos tíos!

DIA 18. THE LAST DAY!

Nos quedaban dólares en el bolsillo y no nos íbamos a volver con ellos a casa ¿no?. ¿En qué podíamos gastarlos? hummmm, ¿y si volvíamos de outlets?, jajaja, quién nos ha visto y quién nos ve!!

Esta vez fuimos al Outlet Center del Sur y hoy me tocó triunfar a mí!! Encontré hasta camisetas normales y todo. Aunque Miguel también compró cosas ¿eh?

Entramos en Dressbarn, una tienda de vestidos de fiesta, sin mucha intención de encontrar nada, aunque no estaría mal, que este verano teníamos 2 bodas.

Después de echar un vistazo, vi un vestido que me encantó, me lo probé y me quedaba como un guante, si ya lo dice mi madre que tenemos un cuerpo perfecto,jajaja.

Y lo mejor de todo, el precio! 40$!! 70, si comprabas 2.

Me probé otros 2ó 3 para llevarme 2, pero no me gustaron, así que salí de allí pegando saltos con mi super vestido Living Las Vegas! Qué glamour!

Ahora entendía por qué todas las chicas que andaban por la calle llevaban esos modelitos, se visten enteras por menos de lo que valen unas zapatillas. La mayoría llevaba vestidos tan cortos que casi se les veía el culo y taconazos de vértigo, vamos, que iban super cómodas.

Y casi todo el mundo llevaba unos vasos de plástico gigantes, con diferentes formas (torre Eiffel incluida), llenos de cócteles que bebían con unas pajitas que llegaban hasta el suelo.

Entre que nos habíamos levantado tarde y las compras, nos dieron las mil.

Volvimos al hotel a dejar las cosas y comimos a las 17:30! Qué descontrol de horarios teníamos en esta ciudad!!

Todavía no habíamos jugado a nada. No nos íbamos a ir sin probarlo ¿no?, así que fuimos al Bellagio y nos jugamos 1$ en una tragaperras de las de 1 centavo, qué despilfarro el nuestro! jajaja.

Después de un rato dándole a la palanquita, nos tocaron 2 centavos y los cobramos, las máquinas ya no dan monedas, te sale un papelito con el dinero que has ganado y luego lo canjeas. Lo volvimos a meter, estuvimos otro ratillo jugando y cuando nos salieron 10 centavos volvimos a cobrar y nos llevamos el papelito de recuerdo, que ya nos habíamos aburrido.

¿Qué nos faltaba por ver que nos llamara la atención? El cartel de bienvenida, Freemont Street y el Stratosphere.

Volvimos a coger el bus, nos bajamos en el Mandalay y fuimos andando hasta el cartel de Welcome to Las Vegas. Hay una tiradilla por cierto, lo que no sé es si tendrá una parada más cercana, yo no la ví.


Esto pasa en todo el Strip, que ves los hoteles y parece que están cerca y te pones a andar y andar y parece que no llegas nunca. Las distancias son muy grandes y las aceras van petadas de gente. Así que para mí lo mejor es coger un hotel céntrico: Bellagio, Caesar's, Paris, Planet... y de ahí, moverte.

Volvimos por la otra acera y tampoco encontramos ninguna parada hasta el Mandalay otra vez.

Todos los hoteles tienen capilla por si te apetece casarte, pero estas capillitas que te vas encontrando, sobre todo de camino al Downtown, son mucho más bonitas.


Y moteles de estos también hay unos cuantos, en este como servicio extra, ponía que tenía tele en la habitación!


En vista de la hora, había que elegir ¿Freemont Street Experience o Stratosphere con sus atracciones?. Los 2 los habíamos visto desde el bus cuando fuimos al outlet del Norte y al final nos decantamos por Freemont, por aquello de ver el Las Vegas original, donde había nacido la ciudad.




El espectáculo era cada media hora desde el atardecer, así que estuvimos dando una vueltilla hasta que empezó.


De repente, se apagaron todos los carteles luminosos de la calle, empezó a sonar la música y empezó la proyección de imágenes gigantes ocupando todo el techo de la calle.




Nos sentamos en el suelo hasta que acabó y fuimos a buscar la parada, que teníamos que llegar al Bellagio a ver O. Por un momento estuvimos tentados de cambiar este espectáculo por Julio Iglesias, que cantaba ese día en el Hilton, jajaja.

Como el bus tardó una eternidad en llegar, cogimos el Deuce que fue el primero en aparecer. Qué mala elección! Había mogollón de tráfico y encima con todas las paradas que hace, tardamos más de 1 hora en llegar!!. Así que en cuanto abrió las puertas en nuestra parada, echamos a correr que no llegábamos!.

Cualquiera que nos viera! Corriendo por el medio del casino esquivando a la gente... parecía que nos perseguían!

Entramos en el teatro (yo con la lengua fuera) y todavía no había empezado, así que guay!

El espectáculo es una pasada también, aunque como las comparaciones son odiosas y este también era de agua, no nos gustó tanto como Le Rêve, pero era de esperar.

Qué pedazo de teatro! Enorme! ¿Cuánta gente entrará?

El Circo del Sol, es el Circo del Sol y yo creo que no defrauda nunca, bueno, menos en el Velódromo de Anoeta, que fue bastante sin más.

La verdad es que O impresiona un montón, está muy currado, pero para mi gusto tiene un final un poco soso.

Y otra vez la pregunta del millón ¿cuántas cosas se pueden esconder dentro de una piscina?.

Cuando salimos del Bellagio, justo empezaba el espectáculo de las fuentes, no sabíamos que había diferentes, era otra canción y los chorros bailaban de otra forma. Allí nos quedamos embobados hasta que terminó. Qué buena despedida!!

Y ahora empezaba nuestra odisea particular, la de cada viaje y esto siempre es culpa de Miguel :)

Siempre que vamos a algún sitio, les traemos algún regalillo a nuestros sobrinos, hasta ahí normal ¿no?. Yo empiezo a mirar desde el día que llegamos por si veo algo, pero Miguel cada vez que le digo algo me ignora y me dice que ya compraremos. Y así con el ya compraremos, llegamos al último minuto de la última noche sin haber comprado nada, a no ser que yo me haya puesto cabezona antes.

Bueno, pues 12 de la noche y sin regalos, para variar.

Entramos en todas las tiendas que nos íbamos encontrando (menos mal que no cierran), hasta que dimos con un par de cosillas para cada uno.
Le compramos un coche de policía a Oier (que le flipan los coches), que cada vez que lo movías sonaba la sirena y el motor, así que le queríamos quitar las pilas, pero tenía un tornillo y no lo podíamos abrir con nada. Después de un rato intentándolo, volvimos a entrar en la tienda y le dijimos al de seguridad a ver si nos lo podía abrir, se fue a buscar un destornillador y al momento volvió y nos preguntó que para qué le queríamos quitar las pilas, le dijimos que por el ruido y nos señaló un botón: ON/OFF. Vaya cara que se nos quedó!! jajaja, el hombre pensaría que éramos tontos o algo así... si es que ya no estábamos para pensar...

A las 2 de la mañana estábamos cenando y todavía teníamos que hacer las maletas y conseguir meter todas nuestras compras dentro! Nos gusta acabar los viajes igual que los empezamos ;)

Ultimas impresiones de la ciudad

Los hoteles que más nos gustaron en el orden en el que los vimos: Planet, París, Venetian, New York, Bellagio y Caesar's.

Los espectáculos que vimos, incluyendo los gratuitos, por orden de preferencia: Le Rêve, KA, O, Fuentes del Bellagio, montaña rusa del New York, Freemont Street Experience, David Copperfield, volcán del Mirage, piratas del Treasure, fuente y lluvia del Planet. Desde David (incluido) en adelante no repetiría ninguno.

Lo más importante de Las Vegas es disfrutarla y vivirla, es otro mundo, de verdad!!

¿Quién dijo que "los sueños, sueños son"?

DIA 19 Y 20 ó yo qué sé!. HORA DE DESPERTAR

No sé cómo, pero habíamos conseguido meter todo en las maletas, eso sí, iban a reventar!

Nos esperaba una laaarga y dura vuelta, pero sarna con gusto no pica ¿no?. Pues eso, que salíamos de Las Vegas el Viernes a las 11 de la mañana y llegábamos a Bilbao el Sábado a las 6 de la tarde. Era la mejor opción que había encontrado, así que imaginaos las demás! También hay que decir que había 9 horas menos en Las Vegas.

Cogimos un taxi en la puerta del hotel y esta vez nos tocó un taxista super simpático. Nos fue dando conversación todo el camino, que no nos suele hacer mucho, porque claro comunicarte en inglés no es lo mismo que en castellano, parecemos indios, y en un momento estábamos en nuestra terminal.

Ahora ya tocaba despedirse de Las Vegas.


Conseguimos entender que nuestras maletas iban directas a Bilbao y que ya no nos teníamos que volver a preocupar de ellas y nos dieron las tarjetas de embarque de este vuelo y del siguiente y un papel para canjear por una tarjeta de embarque en Frankfurt.

3 horas después estábamos en Houston, buscamos nuestra puerta de embarque y nos sentamos a esperar al siguiente vuelo.

Mirando las tarjetas de embarque, nos dimos cuenta de que nos habían dado asientos separados y encima en el vuelo largo! Teníamos los asientos reservados en todos los vuelos y hasta ese momento no habíamos tenido ningún problema.
Fuimos al mostrador y le dijimos lo que pasaba y nos dijo que lo intentaría solucionar, pero la solución no llegó.

Cuando quedaba poco para embarcar, dijeron por el altavoz que había overbooking y que alguien se tenía que quedar en tierra, si te ofrecías voluntario te daban 500$ (a gastar en vuelos de la compañía, no en metálico), te pagaban el hotel de esa noche y las dietas y volabas al día siguiente.

Nos lo pensamos por un momento pero nos quedaban 2 vuelos por delante y ya lo único que queríamos era llegar a casa. Igual si sólo nos hubiera quedado uno nos habríamos quedado, no sé. El otro día buscando nuestro siguiente destino, nos acordamos de los 1000$ en vuelos, jajaja.

Cuando entramos en el avión, vimos que era de 2-3-2, o sea que nosotros estábamos en uno de los de 2 que era ventanilla (los 2 teníamos ventanilla en diferentes filas). Llegamos hasta mi asiento y había un chico solo. Bien!! pensamos... esto va a ser fácil, le preguntamos a ver si nos podía cambiar el asiento por el de Miguel y resulta que el pobre hombre tenía miedo a volar y no quería sentarse en ventanilla, así que nada, primer intento fallido.
Fuimos hasta el asiento de Miguel y había otro chico solo, pero este tenía a su pareja en la siguiente fila, así que tampoco nos cambió para no alejarse de ella. Estaba todo el mundo desparejado, así que al final, una señora nos fue cambiando su asiento por los nuestros, hasta que consiguió emparejarnos a todos (ella incluida). Qué maja la señora!

Y de este vuelo qué puedo decir... que agonía de 10 horas que pasamos! Fue super duro! Sin coger postura para dormir, incómodos... bufff!

Llegamos a Frankfurt muertos y teníamos una escala de 4 horas... para alargar un poco más la agonía...

Fuimos a por las tarjetas de embarque y nos dedicamos a pasear, a sentarnos un rato, a levantarnos para no quedarnos dormidos... nuestros cuerpos no sabían ni en qué hora vivían! No sabíamos si comer o desayunar o no hacer nada...

El mejor vuelo de vuelta fue el de Frankfurt a Bilbao, estábamos tan hechos polvo que nos pasamos las 2 horas durmiendo más a gusto...

Cuando llegamos a Bilbao, sólo salió una de las dos maletas... No me extraña, con tanto cambio de avión, alguna tenía que quedarse en tierra.

Fuimos a poner la reclamación y nos dijeron que se había quedado en Frankfurt, que estaba localizada y que al día siguiente nos la llevaban a casa, por lo menos había cruzado el charco! Y cumplieron, por la mañana ya la teníamos.

DESPEDIDA

Muchas gracias a todos los que hayáis conseguido leer hasta aquí, que vaya chapa he soltado, pero si he conseguido entreteneros y transmitiros un poquito de lo que sentí, me doy por satisfecha.

Me ha encantado volver a recordar y a revivir cada momento de este viaje. Nuestro sueño hecho realidad!!!

Y sobre todo, gracias a Miguel por aguantarme, incluso con hambre y por ser el compañero perfecto, en los viajes y en todo lo demás :)

Podéis dejarme comentarios ¿eh?, que me hace ilusión ;)