RAFTING Y ALGO MAS (2008)

Del 1 al 4 de Septiembre


REGALO SORPRESA


¿No os pasa que ya no sabéis qué regalar en los cumpleaños? Pues ahí andaba yo, pensando en qué comprarle a Miguel, cuando se me ocurrió: RAFTING!!!, seguro que le encanta, pero… ¿me atreveré? (soy un poco cagadilla para estas cosas). Me lié la manta a la cabeza, dije “ahora o nunca” y empecé a buscar info: casita rural y empresa multiaventura. Y navegando, navegando, encontré cosas muy interesantes (el gran mundo de internet).


Lo que iba a ser una escapadita romántica, se convirtió en una escapada familiar cuando se apuntaron Marian, Carlos, Oier y Rosa. Yo súper contenta porque sabía que a Miguel le iba a encantar que vinieran y porque por nuestro trabajo, no tenemos muchas oportunidades de hacer cosas juntos.


La movida iba a ser cómo mantener la sorpresa durante más de 2 meses… y no sé cómo, pero milagrosamente al final lo conseguimos y no se enteró de nada hasta el día D.


RUMBO A ANIES (DIA D)


Aterrizamos en Bilbao sobre las 16:30. Veníamos de Tenerife, de pasar una semanita de relax en familia y ahora empezaba la aventura!


Llegamos a casa sobre las 18h y me planté delante de Miguel con un folio en el que ponía: “Ahora empieza tu regalo de cumple, así que no te acomodes que nos vamos”. Qué momentazo! Pena de cámara para que le vierais la cara de flipe!


Le digo que coja unas toallas y me dice: ¿vamos a un balneario?, yo callada cogiendo unas zapatillas viejas, me ve y me dice: ¿y esas zapatillas?, ¿vamos a andar?. Jijiji, la situación era buenísima! Lo de las zapatillas era porque para el rafting había que llevar calzado que se pudiera mojar.


A las 19h estábamos en marcha, rumbo a Aniés, un pueblecito de unos 100 habitantes de la Hoya de Huesca, donde nos esperaba nuestra casita rural.
Después de 3 horas y pico por una carretera llena de curvas (a partir de Pamplona), con un paisaje super bonito, hasta que se nos hizo de noche, llegamos a nuestro destino.


La dueña de la casa (Vanessa) nos estaba esperando y… qué pasada de casa! Super bonita! Toda de piedra, super nueva, completita y al detalle, con guías sobre la zona y la provincia… y con una mesita de madera en el jardín en la que comimos todos los días.


Y qué decir de Vanessa… super agradable y super atenta! Nos enseñó la casa, nos recomendó cosas para ver, incluso nos bajó el inalámbrico de su casa para que pudiéramos avisar de que habíamos llegado porque no teníamos cobertura. Todo un detallazo! Super, super recomendable: Casa Basilisa





EL GRAN DIA
Nos levantamos y Miguel se encontró otro papel encima de la cama: “Coge la toalla y ponte el bañador que nos vamos a la playa… o no, jajaja. Aunque por si acaso, no te olvides de las zapatillas viejas y ropa de cambio.”
Habíamos contratado el rafting (37€ cada uno) con Ur, una empresa de multiaventura en Murillo de Gállego (hay más empresas en el mismo pueblo y un montón de actividades diferentes, por si os gusta el riesgo).


Allí estábamos a las 10 de la mañana, Marian y yo con los nervios a flor de piel, entre que a mí me da la risa nerviosa y que ella se pone super seria… vaya dos!, Carlos disimulaba bastante bien y Miguel… parecía un niño con zapatos nuevos!.


Se nos acercó una fotógrafa y nos dijo que por 35€ nos hacía un reportaje de fotos haciendo rafting y que garantizaba que las fotos eran super buenas (sí, sí, super buenas, luego os cuento) y lo cogimos.


Llegó el momento…


Vestidos con el neopreno, el chaleco, el casco, las zapatillas viejas y el remo… jajaja, vaya pintas!, nos montamos en un microbús viejo como él sólo, que tiraba de un remolque donde iban las 3 barcas.
En una de las otras 2 barcas iban 4 ó 5 niños con sus padres. Yo le decía a Marian: mira, si los niños pueden ¿cómo no vamos a poder nosotras?. Ya no había vuelta atrás…


Después de las explicaciones, nos montamos en la barca y… al agua!!!


Nos gustó mogollón! Remamos, volcamos, nadamos… Muy guay!!! Eso sí, el agua estaba helada!
El monitor nos iba dando instrucciones y en una de estas de “a la izquierda”, cogí demasiado impulso, salté por encima de Miguel y como veía que me iba al agua, lo agarré para no caerme sola… jajaja. Menudo chapuzón!!






Y el paisaje durante todo el camino, espectacular!



Si no habéis hecho nunca rafting, tenéis que probar! Si he podido hacerlo yo, puede cualquiera, os lo aseguro, sólo hace falta saber nadar y es super divertido!


De vuelta a casa, paramos en Ayerbe a hacer compras y dimos una vueltita por la plaza.




Después de comer, mientras el niño echaba la siesta, pusimos el CD de las fotos… bufff!!! Vaya mierda de fotos! No se cree ni ella que las fotos que había puestas en Ur eran suyas (eso es lo que nos dijo).
Por lo menos fue super divertido, nos meábamos de risa (yo hasta lloraba). Así que ni tan mal, que los 35€ sirvieron como sesión de risoterapia.


Por la tarde fuimos al castillo de Loarre y nos encantó. Es super bonito!!







Dicen que es el castillo románico mejor conservado de Europa. Aquí se han rodado secuencias de “El reino de los cielos” y de algunas películas españolas.


Antes de llegar al castillo, hay una cafetería que es donde se compran las entradas (2,50), pero luego no había nadie controlando si llevabas o no, así que no sé, igual se puede entrar sin más.



Tiene unas vistas preciosas!!




De ahí fuimos a Loarre (el pueblo), que tiene una iglesia muy bonita a la que no entramos porque estaba cerrada, pero el resto del pueblo sin más y como estábamos hechos polvo, pusimos fin al gran día.



LOS MALLOS DE RIGLOS


Marian y yo nos levantamos con unas agujetas increíbles en las piernas, claro, tanta tensión pasa factura! jejeje.
Fuimos a Bolea a ver la colegiata y nos sorprendieron sus vistas.




Elegí la zona por el rafting (unos amigos me habían recomendado hacerlo allí y con esa empresa) y me sorprendió muchísimo. Más que los pueblitos, los paisajes, las rocas, esa tranquilidad que se respira en el ambiente… Es ideal para desconectar, descansar, practicar deportes de aventura, senderismo…


Nos acercamos a Riglos para ver los Mallos, que son unas formaciones rocosas impresionantes. Son una pasada!! Había gente haciendo escalada y allí estuvimos mirando cómo subían hasta que nos empezó a doler el cuello de tanto mirar para arriba.


Por aquí escalaban...



Por la tarde fuimos a Sabiñánigo al Pirenarium (10€), que es un parque de maquetas en miniatura de monumentos aragoneses. Bastante sin más.



Y de ahí a Jaca, que no sé, nos decepcionó un poquillo, porque pensábamos que iba a ser más pueblo, no tan grande.
Eso sí, había un ambiente increíble. Todas las calles llenas de gente, las terracitas igual… y eso que era entre semana, así que en fin de semana y en invierno con las pistas de esquí, seguro que está hasta arriba!



SENDA VIVA


Después de despedirnos de Vanessa y de su preciosa casa, pusimos rumbo a Senda Viva (22€). Como está tan bien indicado, nos perdimos y para cuando conseguimos llegar ya era la hora de comer. Está en plenas Bárdenas y hacía un calorazo que te cagas!


La verdad es que para ir con niños está muy bien, porque tienen bastantes cosas para divertirse, pero Oier todavía era un poco pequeño (tenía 2 añitos) y no se quería montar en nada, aunque los animales le encantaron.


Así que los tíos Miguel y Mari (o sea yo) se montaron en la gran tirolina. Buenísima!!!
Nos montamos en un bus que te llevaba hasta donde te montabas y para cuando llegamos a mí ya me había entrado el chungo de nervios y con la cabeza agachada (pero sin correr, ¿eh?), llegué para tirarme la primera.
Es que tengo muchísimo vértigo y si me paro a mirar como van pasando los demás igual me rajo, así que allí estaba yo con mi arnés y mi casco preparada para saltar al vacío y… qué guay!!! Qué sensación! Se me hizo super corto! 650 metros a 70 Km/h!!


Vimos lobos, osos, tigres, monos, loros… bueno, todos esos animales que se suelen ver en este tipo de parques y ya agotados cogimos el coche para volver a nuestra casita (la de verdad).